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¿Listo para dar el paso a un acuario de agua salada? Esto es lo que necesitas saber.

El agua:

Para entornos sin corales, utiliza una mezcla de sal de alta calidad que reproduce con exactitud el agua del océano. Para un entorno de arrecife con roca viva y corales, puedes usar una mezcla de sal que contenga calcio y oligoelementos adicionales y vitaminas para ayudar a los corales sensibles. Sigue la proporción de sal y agua indicada en el envase y realiza siempre la mezcla en un recipiente aparte. Evita mezclar o añadir la sal directamente a tu acuario.

Consejos:

Es conveniente utilizar una bomba de circulación en el recipiente para que la sal se disuelva rápidamente. Asegúrate de que la temperatura es igual o cercana a la del acuario antes de añadirla. Para un entorno exclusivamente de peces, realiza un cambio de agua del 25% una vez al mes. Para un entorno de arrecife bien provisto de corales duros y blandos, puedes considerar un cambio de agua del 25% cada dos semanas.

Análisis del agua:

Se recomienda un kit de análisis de buena calidad. Los análisis regulares te ayudarán a ajustar los parámetros del agua para evitar cualquier problema.

  • Temperatura del agua: Óptima 78°F; pero los peces pueden aceptar un rango de 76°F a 82°F.
  • Salinidad: Sólo para peces (sal marina instantánea) 1,021; arrecife (Reef Crystals) 1,024 a 1,026
  • Amoníaco y nitrito: 0
  • Nitrato: 0 a 10ppm
  • Dureza: 9 a 12
  • pH: Óptimo 8,3; rango aceptable 8,1 a 8,3
  • Calcio: 410mg/L a 450mg/L
  • Fosfatos: 0
  • Cobre: 0
  • Magnesio: 1240mg/L a 1400mg/L
Filtración:

Para entornos marinos más pequeños (y presupuestos), una buena opción es un filtro de tanque colgante, como el Emperor 400 con una cesta de medios para añadir carbón y eliminador de fosfatos, o un filtro de bote con bandejas para añadir varios tipos de medios.

Extractor de proteínas:

Ya sea una unidad colgante o en el sumidero, un extractor eliminará el exceso de proteínas (residuos líquidos) del agua antes de que se descomponga y se convierta en amoníaco y es un buen complemento para la filtración regular.

Unidad de sumidero:

Recomendado para acuarios más grandes, un sumidero es básicamente una gran caja acrílica situada debajo del acuario que contiene un skimmer, un calentador, bombas de retorno, filtros de esponja y medios biológicos.

Circulación del agua:

El movimiento del agua es una parte natural del océano: transporta el alimento a los habitantes y traslada los residuos al filtro. Por ello, además del sistema de filtrado primario, se utiliza un cabezal de potencia (dos o más para tanques más grandes en lados y alturas opuestas) para crear una corriente de agua circular que evite cualquier “punto muerto” y simule las corrientes naturales del océano.

Iluminación:

La iluminación adecuada es esencial y puede variar en función del tipo de entorno. Un entorno sólo para peces es el más sencillo, ya que cualquier iluminación hecha para la visión marina y general es válida. Para mantener corales, se requiere un mínimo de 5 vatios por galón.

Ejemplo: Un acuario de arrecife de 50 galones necesitaría al menos 250 vatios de luz. Hay muchos tipos de iluminación; sin embargo, los LED se están convirtiendo rápidamente en la iluminación preferida.

Sustrato:

Es la base de tu entorno. Puedes tener un fondo de cristal desnudo, pero la mayoría de los aficionados prefieren un lecho de arena porque muchos peces y animales utilizan la arena para escudriñar, anidar y vivir. Se recomienda una arena viva y fina, generalmente de ½” a 2 pulgadas de profundidad. También puede utilizarse aragonita. No utilices guijarros