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La realización es solo el principio

No es ningún secreto que los acuarios siempre se han asociado a la ayuda a la relajación de sus propietarios. Pero década tras década, las investigaciones siguen mostrando que hay beneficios más profundos y cuantificables de tener un acuario que el simple hecho de relajarte con tus amigos submarinos.

Cronología
  • 1980´s: A principios de los 80, un estudio demostró que mirar a los peces del acuario reduce el estrés y, por tanto, la presión arterial.
  • 1990´s: Una encuesta nacional realizada por la Asociación Americana de Fabricantes de Productos para Mascotas reveló los numerosos beneficios para la salud asociados a la presencia de acuarios en el lugar de trabajo. El estudio indicaba que no sólo reducía el estrés, sino también la presión arterial, y mejoraba la salud emocional y física en general.
  • 2000´s: Un estudio realizado en 2009 en Purdue demostró que los pacientes con Alzheimer expuestos a acuarios comían más, necesitaban menos suplementos nutricionales y mostraban menos comportamientos agresivos que los pacientes expuestos a cuadros bidimensionales de paisajes marinos o los pacientes de un grupo de control.

Además, se sabe que los acuarios en las aulas reducen los niveles de ansiedad de los alumnos, y son una herramienta estupenda para enseñar a los niños las responsabilidades que conlleva el cuidado de una mascota, además de algo de química básica.

Asimismo, las peceras de las salas de espera de los hospitales, las consultas de los médicos y los dentistas también tienen un efecto calmante, y las de las salas de los niños son conocidas por ayudar a la recuperación. Los padres de niños autistas o con síndrome de déficit de atención e hiperactividad también han experimentado el efecto relajante que tiene para sus hijos tener un acuario.